
Selección adversa y riesgo moral
Analicemos ejemplos de negociación que ilustran casos de información asimétrica.
- Suponga que hay una convocatoria para una contratación, el cual tiene un pliego de condiciones. Suponga que el punto que califica más es la eficiencia es el precio, y el ganador es el que, otros puntos mediante ofrece un precio menor. Pero ¿Qué impide al ganador continuar con su tendencia ahorrativa? Es posible que una vez gane el contrato, utilice más recursos de los usual. Ya asegurado el contrato, los costos para el contratante de cambiar de contratista son más altos. Para el contratista, será mejor pedir perdón que permiso, y exceder los topes estipulados será visto como un proceso más laxo.
- Suponga que un constructor realiza una obra con un costo de $1.000. Si calcula los AIU, el precio de la obra sería de $2.000. Pero la ofrece a $3.000, con base en los valores de mercado. Si bien, la señal del mercado la ven todos los participantes, el costo de la obra es una información secreta, que el comprador no conoce.
- Suponga usted ganó un contrato y dispone a ejecutarlo, por lo cual decide subcontratar una serie de actividades con diferentes oferentes. ¿Qué le asegura que el contratista no mienta sobre su precio de obra y posteriormente lo aumente? Pensaría que esta no es una actitud inteligente, ya que esto lo marcaría como un indeseable. Pero si el sobrecosto es marginal, ¿Por qué cambiaría de subcontratista? Según diferentes fuentes*, el contratista prefiere tener subcontratistas conocidos más que los más eficientes. Es claro que otros imponderables median a la hora de elegir al subcontratista. Pero por su misma característica de no poder medirse, asumimos que la parsimonia es regla a la hora de elegir subcontratistas, no la eficiencia.
¿Cómo se sostienen las empresas si existen estos limitantes?
Es cierto que muchas empresas actúan con estos métodos y medran, obteniendo muchos contratos. Pero es importante recalcar dos matices que cambian el análisis acerca de la abundancia en la construcción en los últimos años. En primer lugar, ha existido una ayuda constante por parte del gobierno, mediante la habilitación de créditos y la utilización de incentivos tributarios. En segundo lugar, la excelencia se ve marcada por un factor marginal. Esto es, siendo mejor en el sector solo siendo un poco mejor que el segundo. Esto se ve en él a medida que empresas más grandes no cumplen estándares similares a pares en el exterior, en particular a países desarrollados. Esto en el corto plazo, y en esta abundancia relativa no representa grandes dificultades para estas empresas. Pero en la medida que los incentivos económicos amainen y se recrudezca la competencia, toda ventaja en eficiencia será un factor de supervivencia frente a los pares; y todo sobre costo y mayor tiempo de ejecución será utilizado como criterio para expulsar del mercado.
Es esencial minimizar el margen de error, conociendo información crítica que brinde ventaja competitiva. De esta manera, se pueden medir adecuadamente las ejecuciones, controlar los entregables, para así aumentar la eficiencia. Ser eficiente no es ser barato únicamente. Las ganancias se dan a través del tiempo, y representar confiabilidad en el mercado representa ganancias futuras ingentes.